viernes, 17 de marzo de 2017

ORGANIZACIÓN POLÍTICA, TERRITORIAL Y SOCIAL


    La organización política territorial de los oretanos ha sido una de las mejores investigadas por los historiadores. Cástulo sería una de las mayores ciudades de la Hispania prerromana, alcanzando una extensión de 50 ha.
   El territorio estaba organizado de forma centralizada. Las principales ciudades distaban una media de 10 km del Guadalquivir y se situaban en las vías de comunicación, por lo que controlaban un amplio territorio en al que se situaban una serie de poblaciones menores. Estas de una extensión de 5 ha, controlaban los pasos y los límites del territorio.
   A lo largo de todo el territorio aparecerían una serie de torres fortificadas. En la Oretanía se encontraban los más importantes santuarios ibéricos; éstos se situarían tanto en cuevas como en espacios abiertos. En casos como el del Collado de los Jardines (Despeñaperros) se protegían con murallas hasta alcanzar las 25 ha de extensión.
    La mayoría de los santuarios fueron fundados durante el período orientalizante. La producción de esculturas funerarias, los exvotos de bronce, la rica orfebrería, las armas de hierro, las cerámicas pintadas de tipo geométrico muestran la existencia de un importante artesanado especializado, que fabricaría objetos destinados al consumo de las elites.
 Las poblaciones eran como ciudades estado, cada una independiente de la otra.
 Tenían buenos vínculos con los pueblos del exterior y con las gentes procedentes del mar, es decir con sus vecinos y con los colonizadores orientales tanto griegos como fenicios.
   Algunas poblaciones ofrecen rasgos similares a las poblaciones Turdetanas o tartésicas, o quizá conjuntada con las características carpetanas y contestanas, teniendo en cuenta su vecindad, es notable las poblaciones oretanas tuvieran grandes influencias de ellas, o poseyesen una serie de similitudes con las ciudades de las   regiones colindantes a ellas, con las cuales comerciaban y tenían otras clases de relaciones.

ORGANIZACION SOCIAL ENLA ORETANIA

Había gente adinerada que estaba al rededor del régulo o jefe del poblado, , que eran los comerciantes  y artesanos, además de la clase más humilde de carácter agrícola y ganadera.
 También había guerreros.
Se regían por la Fides  o devotio ibérica.
La devotio ibérica era una forma especial de clientela militar existente en la sociedad ibera prerromana. Se trataba de vincularse por una doble vertiente:
  • Por un lado, los clientes o devoti, consagraban su vida a su rey o jefe, al que tenían la obligación de proteger en el combate, a cambio de su protección, mantenimiento y un mayor estatus social, ya que el jefe pertenecía a la clase dominante, y esto se reflejaba en sus clientes.
       La otra vertiente, es la divina. Los clientes, consagraban su vida a una divinidad para que se dignase a aceptarla en el combate a cambio de la salvación de su jefe; por ello, debían protegerle con sus armas y su cuerpo aun a costa de su vida. De ahí, que los devoti, estuviesen obligados a suicidarse en caso de que su jefe muriera, ya que sus vidas eran ilícitas al no haber sido aceptadas en trueque por la divinidad. Cabe destacar que este vínculo se perfecciona con un juramento a la diosa Tanit, la más importante de las diosas de la mitología cartaginesa.
    El ibero realiza la devotio ibérica a cualquier individuo, de ahí que esta institución tenga un carácter disociador, dado que no integra una conciencia de unión a modo o similitud del concepto de patria. Más tarde los romanos la integrarán condicionándola, y aprovechándose a su conveniencia de este cometido.
La devotio se complementaba con otros pactos llamados de hospitium: mediante estos, una persona o un grupo, se integraba en otro.
    La relación subsiguiente era en plan de igualdad, sin la estrecha vinculación de la devotio.
   Esta práctica estaba muy extendida, y no sólo se usaba entre miembros del mismo pueblo: según historiadores clásicos (Tito Livio y Plutarco entre otros), los generales romanos que fueron a la Península, utilizaron escoltas formadas por devoti. Para estos militares, la devotio tenía ventajas sobre la clientela romana: el juramento a los dioses obligaba al cliente con más fuerza, aunque era una fidelidad interesada como la de Sagunto a Roma o la de los edetanos a Escipión. 
     Diversas fuentes incitan a pensar la posibilidad de que la devotio ibérica desempeñara un papel importante en los orígenes del culto al emperador, ya que Q. Cecilio Metelo, durante la Guerra Sertoriana, recibió honores divinos de los indígenas en Córdoba; y al general romano le recibían en las ciudades con sacrificios y altares.
El ritual de la devotio ibérica era el mismo que en el caso de la clientela: la presentación del cliente al patrono, reconocerle como jefe, y la aceptación de dicha persona. Es posible que existiera una ceremonia especial, con un sacrificio ritual, del que quedarían vestigios en el juramento de Ampudio; quizás se tratara de un sacrificio humano y el de su caballo, ya que con ambos se refrendaban los pactos.
Para lo oretanos los animales lo expresaban todo, cada uno en su sitio, representaban la fertilidad y la fecundidad.

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