domingo, 19 de marzo de 2017

INFLUENCIAS ORIENTALIZANTES EN LA ORETANIA



Se conoce como periodo orientalizante a la etapa que vivieron las distintas regiones de Hispania desde finales del siglo VIII a. C. y durante el siglo VII a. C.
   El período Orientalizante fue el resultado del influjo cultural transmitido fundamentalmente por las colonias fenicias, que divulgó por muy diversos ambientes la «Koine» cultural formada por las más altas culturas del
Mediterráneo Oriental. Se caracteriza por la expansión de los elementos traídos por los colonos fenicios que se introducen en la cultura local.
   El nombre de dicho período proviene de la influencia que pueblos más orientales —como Fenicia, Grecia y Asiria en su etapa final—, que muestran los nuevos materiales (tejidos, marfiles), manufacturas y técnicas artísticas griegas durante este periodo.
    A raíz de los hallazgos u objetos encontrados vemos que la intensa iberización de los oretanos se produce ya en época orientalizante.
   El periodo orientalizante puso las bases de una sociedad urbana que se daría plenamente en Oretanía a partir del siglo V a.C. y con más fuerza en el siglo IV a.C., produciéndose un desarrollo importante demográfico, cultural y económico.
   El carácter orientalizante en la Oretanía viene reflejado en que los fenicios y griegos  que explotaban las minas de Almadén para sacar el cinabrio, por tanto, es lógico que trajesen con ellos su cultura y también sus utensilios, baratijas o bienes muebles.
   La influencia cultural orientalizante se produjo a lo largo del sigo VI a.C., influjo que tuvo especial impacto en la ciudad de Cástulo.
   En la artesanía del metal es importante resaltar los miles de exvotos que han aparecido en los santuarios ibéricos, así como toda una serie de bronces de influencia orientalizante, sobre todo en la zona del Sudeste, que son similares a los bronces tartésicos.
   La influencia tartésica cesó a finales del siglo VI a.C., sin embargo, a pesar de ello, las ciudades oretanas alcanzaron un gran desarrollo durante el siglo V a.C. La base de la economía de los oretanos sería la ganadería.
      La agricultura se desarrollaría paralelamente al proceso de iberización, lo que supuso una reorganización del territorio.
     La minería se desarrollaba en torno a los distritos de Cástulo y Sisapo. Los metales extraídos atrajeron la atención de los comerciantes fenicios y griegos.
    En el siglo VI a.C. se asentaron fenicios en la localidad de Cástulo. El aumento de la riqueza y la necesidad de asegurar las rutas comerciales produjo el nacimiento de una jerarquización de la sociedad y el nacimiento de un poder centralizado.
    La existencia de esta aristocracia quedaría reflejada en las necrópolis, en las que se realizaba una cierta heroización del difunto. La mayoría de los enterramientos serían de incineración. En Cástulo había grandes túmulos cuadrados decorados con mosaicos y adornados con esculturas, que representarían a miembros de la nobleza local.
    El florecimiento económico durante los siglos V y IV a.C. hizo que la influencia cultural oretana se extendiese hacia la Meseta, La Mancha y a partes de la Bastetania y la Turdetania. A lo largo del siglo III a.C. la influencia de la cultura material de los oretanos se extendió hacia el reborde de la Meseta y La Mancha, como demostrarían los talleres artesanales encontrados en Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla) y El Amarejo (Albacete).
     En este mismo siglo se produjo una profunda asimilación de la cultura púnica.
    A la llegada de Amílcar Barca existirían verdaderos basileus o reyezuelos, el más importante de los cuales era Orisón, quien mandaba sobre doce polis.
    Para estrechar sus relaciones con los oretanos Aníbal contrajo matrimonio con una princesa oretana. Tras la sumisión de Orisón a Asdrúbal quedó pacificada toda la Oretania. La producción minera se aumentó con el control directo de los cartagineses y posteriormente con los romanos. Una de las minas, al denominada Baebelo, proporcionaba a Aníbal un total de 300 libras de plata diarias.
    Los lazos establecidos por Aníbal con los oretanos hizo que ciudades como Cástulo e Iliturgis permanecieran fieles a Cartago durante la Segunda Guerra Púnica.
  Por su situación geográfica y ser una zona de paso de gentes es posible que los orientales tanto griegos, fenicios y otros pueblos se asentasen y fundasen colonias o transportasen todos sus objetos como producto de intercambio por sus riquezas minerales.
    La totalidad de las importaciones fenicias de lujo, así como todos los elementos orientales considerados como bienes de prestigio, son absorbidos por un grupo restringido de la sociedad  oretana, gracias a haber asumido el control de los recursos naturales del territorio.
   Los griegos –focenses, samios, rodios y eginotas, sobre todo- , a su vez, siguieron las rutas comerciales trazadas por los fenicios cuando se adueñaron del comercio marítimo y de sus colonias, y crearon nuevas factorías por toda la costa mediterránea adentrándose hacia la meseta por las vías fluviales y valles y vinieron a completar el mapa colonial, hasta que hagan presencia los púnicos
    Se halló una sortija de plata con un grifo alado en el Cerro de las Cabezas y como sabemos el grifo es de filiación oriental de carácter fenicio.
     En numerosos yacimientos de la Oretania hay algunos exvotos de la imagen del dios guerrero Reshef, Señor del Rayo, realizados en bronce con la técnica de la cera perdida, de origen fenicio,  son en su mayoría representaciones de formas humanas, generalmente figuras masculinas desnudas que resaltan a las claras sus atributos sexuales. El Castigador, traído por los fenicios desde Egipto y con gran predicamento entre los cananeos ya desde el siglo XVIII a.C.
    La riqueza minera de la zona, estimuló el comercio con los fenicios los griegos y los cartagineses.
  Hay fragmentos de cerámica de engobe rojo, de tradición fenicia. También se encuentran fragmentos  de cerámicas de copas áticas de barniz negro.
   Se podría pensar que estas piezas estuvieron hechas  en talleres de  artesanos locales.
    El culto al lobo en el mundo ibero que esta relacionado con el Anubis Egipcio guardian del mas alla al que se le llamo "el dios de los occidentales" en los jeroglificos Egipcios.
   En la cámara sepulcral de Toya vemos que los elementos arquitectónicos la relacionan con Grecia, Asia Menor, Egipto y en especial con las culturas etrusca y fenicia.
   En esta cámara sepulcral se refleja una crátera griega, importada de la Italia Meridional con figuras rojas sobre fondo negro que representa al dios del vino, Baco, desnudo, al que dos genios alados van a imponer un collar, y varios vasos y platos de estilo igualmente griego.
   J. CABRE deduce  que  la cámara de Toya corresponde a una tribu hispano-andaluza del siglo V a II a.C., que vivía bajo el dominio económico de los cartagineses, explicándose así sus admirable síntesis de elementos culturales mediterráneos.
 Una Artemis  de  carácter griego acompañada de ciervos se ve representada en una de las esculturas de  Obulco.
  Los fenicios introdujeron en Occidente una serie de animales fantásticos que gozaron de gran aceptación entre los íberos, que probablemente recibieron culto o fueron grabados como amuletos como la esfinge de los Villares de Andujar, o los grifos procedentes de varios yacimientos.
   Los leones o ciervos guardadores de las tumbas en diferentes sitios hallados nos expresan una clara procedencia oriental de dichos animales.
 De influencia Rodia o Hitita son varias joyas y tesorillos encontrados en diversos puntos de la Oretanía, de carácter orientalizante son los braserillos encontrados en  el Santuario de esta Despeñaperros.
 Ya fuesen objetos de importación o de fabricación local, se puede decir que la Oretanía estuvo inmersa también en el mundo orientalizante.
    En el Cerro de la Bienvenida se han producido importantes hallazgos que nos demuestran la inserción de la localidad en la cultura y economía de los Tartesos a finales del siglo VIII a. C.
    Las minas del Hinterland de Cástulo tenían más importancia que las de Huelva, de ahí, que estuviese transitado por pueblos de carácter oriental.
  En cuanto a la religión vemos que adquieren diversos dioses  de carácter fenicio, así, en Castulo se hallo una Astarte entre Caballos, con un peinado de Hator y orejas de vaca.
  Un texto hallado en Ugarit menciona los caballos de la diosa fenicia Astarte.   
   En Puente Tablas se ha encontrado un peine de marfil decorado de carácter fenicio.
 Esto demuestra una vinculación fenicia  de la diosa de los caballos, en el Alto Guadalquivir o en la región oretana.
  La numerosa presencia de materiales griegos, fenicios y de otros objetos exóticos en estos poblados del alto Guadiana refleja la importancia del comercio en este momento que, sin duda, se vio favorecido por su posición estratégica. 
  La presencia temprana de los yacimientos oretanos pone de manifiesto que la mayoría de ellos  recibieron influencias griegas desde los primeros momentos de la iberización

No hay comentarios:

Publicar un comentario